viernes, 26 de diciembre de 2014

VISION 2050: TENDENCIAS HACIA UN MUNDO MAS SOSTENIBLE.

El World Bussiness Council for Sustainable Development (WBCSD) junto a 29 empresas punteras de todo el mundo han elaborado recientemente el informe "Vision 2050", en un intento de encaminarnos hacia un mundo sostenible a partir de ahora mismo y con objetivos fijados para el año 2050. Los caminos propuestos hacia esa meta requerirán cambios fundamentales en las estructuras de gobierno, recursos energéticos, planteamientos económicos, en los negocios y en los comportamientos humanos. El informe aborda tres cuestiones: ¿Cómo sería el mundo si fuera sostenible?, ¿Cómo podemos conseguirlo?, y ¿Qué papel pueden jugar las empresas en alcanzar lo más rápido posible ese mundo tan necesario para todos? Está claro que por el camino que vamos parece un afán imposible llegar a una sostenibilidad y a una economía segura que conlleve un progreso social para todos, más bien tendemos a todo lo contrario. El cambio que se propone en este informe tiene que ser radical y debe empezar desde ya, para qué en el 2050 alrededor de 9 billones de personas puedan vivir bien dentro de los límites de un planeta sano. Los principales problemas que nos amenazan frente a este aumento galopante de la población y el abuso infringido al planeta, serán la escasez de recursos y el cambio climático. Para atacar de frente ambos problemas y sus efectos nefastos en la población habría que actuar en varios ámbitos a nivel global, que el WBCD divide en 9 campos; más adelante, y desde este artículo, vamos a fijar la atención en los que más nos conciernen. La innovación en materia de tecnologías y la innovación social junto con nuevos comportamientos en los individuos serán dos factores básicos en pos de conseguir una eco-eficiencia y un desarrollo sostenible progresivo. Así mismo, hará falta también una mentalidad holística de interconexión entre varios temas fundamentales como el del agua, la energía y la comida, acompañada de una educación medioambiental a todos los niveles para que todo el mundo asuma el hecho de que no podemos seguir con este ritmo trepidante que nos lleva necesitar 2.3 planetas. Las nuevas oportunidades irán desde el desarrollo y el mantenimiento de un mundo bajo en carbono, a conseguir ciudades con emisión cero, una movilidad sostenible en el transporte, y la creación de infraestructuras que mejoren la bio-capacidad, los ecosistemas y las formas de vida de todos los habitantes del planeta. Esto implicaría una nueva agenda común para los líderes empresariales y políticos, que a partir de ahora considerarían la escasez de recursos y el cambio climático como un problema económico y no sólo como uno medioambiental. El modelo de crecimiento económico deberá basarse ahora en el uso de recursos renovables y en el reciclaje, y en formas de hacer las cosas que nos lleven a una nueva raza verde, que respete las regulaciones del mercado en términos globales y la claridad en cuanto a beneficios y pérdidas, siempre sin perder de vista los límites reales de nuestro planeta. Mientras que es importante alcanzar convenios globales, también es necesario desarrollar políticas regionales, nacionales y locales, ya que la problemática causal y de impactos del cambio global varía a todas las escalas. LA VISIÓN DE ESE AÑO 2050 Por fin se ha conseguido que la población mundial se estabilice y viva bien. El crecimiento económico ha ido a la par con el desarrollo sostenible y el bienestar global a largo plazo. Los ecosistemas no están amenazados y todas las personas tienen acceso al agua y a la sanidad. Los términos de los mercados son justos y transparentes con valores verdaderos que contemplan las externalidades como el impacto medioambiental, y además la mayoría de las empresas han conseguido ser competitivas a la vez que sostenibles. Los esfuerzos para mitigar el cambio climático continúan y las emisiones de gases contaminantes se han reducido con un uso eficiente de energías limpias y buen aprovechamiento de los recursos. Se utilizan los residuos como input y materia prima para su reutilización y se elimina la acumulación de éstos en la tierra, el mar y el aire. Las empresas más importantes lideran estos cambios con valores corporativos y la restructuración de sus negocios, y muchas han contribuido a una sociedad más creativa, flexible y eficiente donde hay más colaboración e intereses comunes. LOS CAMINOS HACIA ESA VISIÓN Los nuevos derroteros en áreas de actuación en pos de este mundo sostenible descrito anteriormente se han delimitado en nueve: valores y comportamientos, desarrollo humano, economía, agricultura, bosques, materiales, energía, edificios, y movilidad. Todas las áreas son importantes pero nosotros nos vamos a fijar en las tres últimas, pasando por un periodo de turbulencias del 2010 Al 2020 a un periodo de transformación que va desde el 2020 al 2050, donde poco a poco las ideas y acciones gestadas anteriormente se convierten en soluciones maduras y cambios más consistentes. • HACIA UN MODELO ENERGÉTICO 2050 Las líneas de actuación se encaminarían hacia conseguir una cantidad de energía suficiente y limpia para bajar la huella de carbono hasta lograr una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero del 80%. Desde ahora hasta el 2050 las emisiones globales que provienen de este sector deberían reducirse a 14GT de CO2 por año, con un mix energético del 50% de energías renovables y un 25% respectivo para la nuclear y los combustibles fósiles, equipados además con mecanismos de captura y almacenamiento de emisiones a partir del 2030. Esto requería un consenso global con un precio fijado para las emisiones de CO2, la eliminación de subvenciones para los combustibles fósiles, y una regulación generalizada de normas para los que contaminen e incentivos fiscales para los más limpios y ahorradores. Las redes de energía tenderán a ser cada día más inteligentes y eficientes, solucionando las intermitencias de suministro provenientes de energías renovables, fomentando la cogeneración y la eficiencia energética al máximo. El incremento de las políticas de incentivos y nuevas tecnologías para bajar los costes de las renovables, así como el suficiente I+D+i para hacer otras más seguras (especialmente en el caso de la nuclear y la captura y almacenamiento de CO2) son otros aspectos fundamentales. El apoyo de los gobiernos dirigido a que las energías eólica y solar sean competitivas pasará por acuerdos internacionales para que las redes eléctricas crucen fronteras y las tecnologías sean capaces de almacenar la energía de estas fuentes. Respecto a generación de energía nuclear, se prevé que seguirá cumpliendo un papel importante y habrá sido una tecnología clave para mitigar los efectos del cambio climático. Ahora bien, con un ciclo completo seguro y estable, donde la materia prima para generar energía se reutiliza al máximo posible y el tema de los residuos más peligrosos se vea solucionado. También contando con una autoridad independiente establecida en materia de seguridad para el buen uso de los residuos nucleares y la expansión de la tecnología. La captura y almacenamiento geológico permanente de CO2 (CAC) tendrá también un papel muy importante en la transición hacia un sistema energético sostenible. De hecho los escenarios manejados por la UE, predicen una implantación casi total de la CAC en el sector eléctrico europeo para el 2030 iniciado con la construcción de una docena de plantas de demostración de diferentes tecnologías y localizaciones entre el 2015 y el 2020. La sustitución del sistema de combustibles fósiles emisor de CO2 actual por un sistema sin emisiones de CO2 va a suponer una formidable inversión en las próximas décadas. Su mayor impedimento pueden ser las luchas de poder, los intereses particulares, la financiación y la descoordinación que pueden provocar que no se desarrollen a tiempo. • EDIFICIOS DE EMISIONES CERCANAS A CERO Los edificios nuevos se proponen lograr cero emisiones y los antiguos han sido reformados para alcanzar la misma meta. Esto se ha conseguido a base del diseño integrado de los edificios, materiales y equipos de alto rendimiento y a nuevas soluciones de financiación. Políticas progresistas, incentivos y códigos para la construcción han asegurado que toda la innovación en materia de equipos y materiales, sean usados en el diseño de edificios. Una posterior revisión de parte del gobierno comprueba con auditorías regulares que los rendimientos energéticos se cumplen e incluso se mejoran. Los caminos para que el diseño de los edificios constituya la manera más económica para ahorrar energía y reducir el CO2 se han consolidado. Se crean numerosos empleos en este sector porque los temas que conciernen el buen uso de la energía empiezan a ser una prioridad para los propietarios y arrendatarios de los edificios. Por otro lado, los promotores incluyen metas de alta eficiencia energética para cumplir las normas de edificación y aumentar su valor de cara a los compradores. Los requerimientos de eficiencia energética en edificios se implementan a nivel internacional, a la misma vez que se crean incentivos y se vigila su implementación de una manera estricta. Los incentivos fiscales son parte de estas políticas, así como las subvenciones para medidas de eficiencia energética con amplios periodos para devolver préstamos. Desde el principio hay un planteamiento común e integrado de los edificios por parte de constructores, arquitectos y diseñadores, equipos y usuarios, donde todos, bien informados y preparados, aúnan esfuerzos en conjunto para hacerlos lo más eficientes posible. Continúas campañas de concienciación para recalcar la importancia del uso de la energía en los edificios y conseguir un cambio en el comportamiento de todos al respecto. En los edificios residenciales multipropiedad, cada propietario tiene acceso a un control individual de su consumo de energía y a una tarifa acorde con éste para promover el ahorro y la necesidad de no malgastar energía. Se promueven e incentivan los equipos para la generación distribuida a partir de renovables que se instalan en las casas y que suponen un mayor aprovechamiento de la energía. • ACCESO UNIVERSAL A UNA MOBILIDAD SEGURA Y SOSTENIBLE El acceso a la movilidad está al alcance de todos, con un incremento de actividades sociales y económicas. El volumen de transporte se ha doblado en cuestión de pasajeros y mercancías, pero está controlado por tecnologías de la información y comunicación. Gracias a ello, el número de muertes en el transporte se acerca a cero y los impactos medioambientales negativos se han minimizado mucho, consiguiendo que las emisiones de CO2 se hayan reducido un 30-40%. También consecuencia del uso de biocombustibles sostenibles, y de la electricidad y el hidrógeno producido por fuentes bajas en carbono que rinden al máximo con nuevas tecnologías. La eficiencia de los vehículos se ha mejorado con tecnologías avanzadas en el campo de los coches eléctricos, y en los motores para la aviación, de bajas emisiones y mucho más ligeros, también se empezará a usar el biodisel. Los gases de efecto invernadero producidos por vehículos ligeros se han reducido en un 80%, gracias al menor peso, a trenes de transmisión más eficientes y a combustibles bajos en carbono. Otros modelos de transporte pesado, aviación y embarcaciones han reducido las emisiones de estos gases en un 50%. El transporte urbano se ha integrado y mejorado con mejores infraestructuras de trenes eléctricos, tranvías, estaciones de carga eléctrica y rutas más planeadas. Se desarrollan nuevas tecnologías capaces de fabricar combustibles líquidos a partir del CO2 del aire y producir hidrógeno de fuentes de energía renovable para usarse en el transporte. También la fusión nuclear empieza a aportar energía segura y baja en carbón que se puede convertir en energía primaria. El transporte marítimo y fluvial estará mejor regulado con un exhaustivo control de tráfico y con la prohibición de que los barcos naveguen vacíos de vuelta. Se tendrá muy en cuenta la meteorología en las rutas para el ahorro de combustible y el progresivo derretimiento del casquete polar acortará el viaje entre Europa y Asia. FACTORES DE CAMBIO Es evidente que las nuevas políticas del cambio global con importantes retos económicos y tecnológicos, deben también promover procesos educativos y participativos que incrementen la percepción social de la interrelación entre los ecosistemas y el bienestar humano. La educación medioambiental, tanto dirigida a los adultos como a los escolares, estrechará la brecha y mejorará las condiciones necesarias para alcanzar la sostenibilidad a través de un cambio profundo de actitud y estilo de vida. Está en nuestras manos que los tiempos que vienen cumplan la Visión del 2050 que propone el WBCSD o que una buena parte se quede en una mera utopía. - See more at: http://www.fjme.org/visi%C3%B3n-2050-tendencias-hacia-un-mundosostenible.aspx#sthash.nkRCIii2.dpuf

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